Los nuevos supermodelos tienen menos de 10 años

Ganan más de 40.000 euros al año como maniquíes, comparten campañas con adultos y a veces les visten como a ellos.

Tras la feria de moda masculina más importante del mundo, Pitti Uomo, llega Pitti Bimbo, dedicada a los desfiles de marcas infantiles. En ella destaca Kristina Pimenova, una modelo de nueve años a la que llaman “la niña más guapa del mundo”. Ha trabajado con Armani, Roberto Cavalli o Burberry y saltó a la fama gracias a las redes sociales. Pero Kristina no es la única que posee el título de top sin haber entrado en la adolescencia. El New York Post desvelaba el pasado otoño la existencia de un grupo de niños que ganan más de 40.000 euros al año en su carrera como maniquíes. Probablemente, los promotores de este entusiasmo por los niños fashionistas sean las propias celebrities, que convierten a sus bebés en imágenes de estilo para niños y adultos.

Hace dos años, el diseñador Tom Ford se enfrentó a duras críticas por realizar un editorial de moda para Vogue París en el que niñas pequeñas vestían joyas y lucían maquillaje propios de una señora mayor. El pasado otoño, Prada, protagonizó una polémica al sacar a desfilar en su colección de mujeres adultas a Roos Abels, una modelo de catorce años. Cada vez más marcas asocian su imagen a niños y adolescentes y para muchas personas esta estrategia es muy peligrosa. Por eso, el pasado año, el Estado de Nueva York aprobó una normativa para regular el trabajo de los modelos menores durante su semana de la moda: tienen que ir acompañados de un tutor, no pueden trabajar después de medianoche ni hacerlo más de una vez al día y deben descansar un mínimo de doce horas tras dicho trabajo. Ese mismo otoño, el Senado francés aprobó una reforma para prohibir los concursos de belleza infantiles.

No me parece bien que los niños y niñas desde pequeños ejerzan como modelos ya que se les enseña que su prioridad debe ser la imagen, por ello harán todo lo posible para estar perfectos y esto les puede provocar trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia. Además, no valorarán a las otras personas por su forma de ser, sino por su físico. En conclusión, pienso que los niños no deben ser iconos de la moda porque puede ser muy peligroso para su salud.